El centro O Pelouro recibe un premio europeo como "escuela transformadora"
Con este titular del periódico digital Faro de Vigo vamos a comenzar esta entrada, en la que hablaremos del centro gallego O Pelouro, un centro que demuestra que existe otra forma de educar, situado en una pequeña aldea termal de Pontevedra, Candelas de Tui. Un matrimonio formado por un neuropsiquiatra infantil y una pedagoga terapeuta unidos por una misma pasión, la infancia, decidieron fundar esta escuela pionera en la integración, donde poder vivir en la diversidad. En ella, hay espacios para niños con autismo, síndrome de Asperger o Down, pero también para los superdotados. En esta escuela trabajan la expresión social, relacional y emocional donde no existe el fracaso sino que se acompaña al niño durante todo su aprendizaje.
Gracias a su papel innovador y transformador ha recibido diferentes galardones. Este mismo año pasó a formar parte de Red Internacional de Escuelas Changemaker (agentes del cambio) de Ashoka, una asociación sin ánimo de lucro dedicada a fomentar el emprendimiento social, que evaluó el centro de innovación psicopedagógica de Caldelas como modelo para la comunidad educativa por su visión de trabajo en equipo.
Desde mi punto de vista y después de leer en Internet numerosas opiniones de madres y padres que llevan a sus hijos a este centro, llego a la conclusión de que salirte de lo convencional puede ser enriquecedor pero a largo plazo puede tener consecuencias negativas. Es decir, los padres están muy contentos porque los niños aprenden sin notas, evitando comparaciones con otros niños y fomentando mucho los valores, algunos incluso lo denominan "El colegio donde ningún niño pierde". Pero el problema llega cuando un niño acostumbrado a este sistema debe adaptarse al sistema convencional en los años de bachillerato, ya que este colegio no ofrece esta opción, y además pienso que los años de bachillerato son los más duros e importantes para los niños donde van a tomar importantes decisiones para su futuro. Pasar del método O Pelouro al sistema educativo convencional con horarios rígidos, pupitres, otro tipo de enseñanza tiene que ser extremadamente duro, a algunos nos cuesta adaptarnos de la ESO a Bachillerato o sea que no imagino el gran cambio que tienen que experimentar estos niños, incrementando el fracaso escolar por la dificultad de adaptación.
Desde mi punto de vista y después de leer en Internet numerosas opiniones de madres y padres que llevan a sus hijos a este centro, llego a la conclusión de que salirte de lo convencional puede ser enriquecedor pero a largo plazo puede tener consecuencias negativas. Es decir, los padres están muy contentos porque los niños aprenden sin notas, evitando comparaciones con otros niños y fomentando mucho los valores, algunos incluso lo denominan "El colegio donde ningún niño pierde". Pero el problema llega cuando un niño acostumbrado a este sistema debe adaptarse al sistema convencional en los años de bachillerato, ya que este colegio no ofrece esta opción, y además pienso que los años de bachillerato son los más duros e importantes para los niños donde van a tomar importantes decisiones para su futuro. Pasar del método O Pelouro al sistema educativo convencional con horarios rígidos, pupitres, otro tipo de enseñanza tiene que ser extremadamente duro, a algunos nos cuesta adaptarnos de la ESO a Bachillerato o sea que no imagino el gran cambio que tienen que experimentar estos niños, incrementando el fracaso escolar por la dificultad de adaptación.
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